Con la asistencia de los dirigentes sindicales de los puertos de Arica, Iquique, Antofagasta, Coquimbo, San Antonio, Valparaíso, Talcahuano, Puerto Montt y Punta Arenas, la Federación Nacional de Trabajadores Portuarios de Chile, se reunió para celebrar su asamblea nacional en el Centro de Eventos “Entre Valles” en la ciudad de Villa Alemana, los días 26, 27 y 28 de abril de 2013. Esta Asamblea, fue una síntesis y reflexión de lo logrado, un reconocimiento por el trabajo político sindical realizado.
Los resultados objetivos de este trabajo sindical fueron los siguientes compromisos:
Saludamos y apoyamos las reivindicaciones de la Unión Portuaria de Chile, sumándonos a la exigencia del término del trabajo precario (eventual) en la industria portuaria.
La asamblea resuelve iniciar reuniones con los dirigentes del Sector Marítimo a objeto de sumarnos a su quehacer reivindicativo e invitarlos a que adopten y promuevan nuestros planteamientos de reformas al modelo portuario chileno.
Se acuerda que el ejecutivo de la Federación actualizará la propuesta LEY GENERAL DE PUERTOS, documento que deberá discutido en cada puerto con los parlamentarios y candidatos al Congreso Nacional, a su vez se mandata al Ejecutivo de la Federación para que el referido documento sea discutido y entregados a los candidatos presidenciales.
Antecedentes para definir el futuro inmediato de Fenatraporchi
La labor sindical de Fenatraporchi desde 1998, se ha desarrollado en un contexto político adverso. Gobiernos, parlamentarios, partidos políticos, medios de comunicación, comprometidos con un modelo de desarrollo portuario, donde la regulación de los puertos o ley de puertos esta completa con la Ley Nº 19.542 y donde las empresas del estado deben salir de la esfera económica, entregando cuanto antes sus recintos y negocios al sector privado.
Por su parte las empresas portuarias estatales, definieron desde un inicio una política laboral centrada en lo local, fomentado la atomización de los pequeños sindicatos y la incorporación de nuevos trabajadores con perfil técnico y profesional, que en su mayoría no tienen incentivos a incorporarse a las organizaciones.
La Fenatraporchi desde 1998 se ha concentrado en apoyar a los sindicatos en la aplicación de los acuerdos laborales frente a las continuas desvinculaciones, en la defensa del empleo y de las condiciones de trabajo, el respeto a las leyes vigentes y en la ampliación y mantención de la malla de beneficios propios a los intereses de los trabajadores, pero producto de la situación descrita ha ido perdiendo bases hasta llegar a la situación presente, donde parece necesario replantearse el escenario de acción sindical.
En el ámbito político la Fentaraporchi ha desarrollado una acción permanente de estudio técnico y propaganda acotada, acerca de las ventajas de mantener posibilidades de aplicar en el país algunos modelos de desarrollo portuario alternativos. Esta labor no es realizada en forma sistemática por ningún centro de estudios, universidad u otro espacio académico, como quedó demostrado en el trabajo del Comité de Expertos propuesto por el SEP en 2008 y al que no siguió ninguna iniciativa de significación.
Debemos repensar nuestro rol de modo de ratificar nuestro accionar, esperando tiempos diferentes que otorguen a las empresas públicas un rol más activo, con más trabajadores, más interesados en la acción colectiva, o variarlo, buscando alianzas territoriales y sectoriales que le permitan figurar junto a otros actores en el rediseño de acciones sindicales en pos de continuar la modernización de la actividad portuaria chilena.
La opción de desarrollo no es indiferente si se adopta un camino propio, la acción sindical nacional se limitará a la propuesta técnica dirigida al mundo político y a la asesoría a las organizaciones bases al menos en los procesos de licitación de concesiones en curso. La otra opción, pasa por sumar a la Fenatraporchi a la propuesta técnica para regular las relaciones laborales en los puertos, sacándolas de las precariedad y potenciando la formalización del modelo. Ambas opciones reconocen ventajas y dificultades propias.
El Gobierno se limitó a concretar el proceso de concesiones que faltaba. La Concesión del Espigón de San Antonio, de Coquimbo, Talcahuano, del Espigón de Valparaíso, y el inicio formal de los procesos de concesión en Puerto Montt, Iquique, Antofagasta y Chacabuco. Nos permiten afirmar que al concluir su período, esta administración habrá terminado con la tarea iniciada por los gobiernos anteriores.
Quedará para el próximo período la definición del próximo proyecto portuario a gran escala en la zona central del país, revisar el rol de la empresa portuaria estatal, asumir los desafíos cada vez más apremiantes en la logística, y tantas otras materias que esta organización ha tratado en numerosos documentos, siendo en nuestra opinión, aún válidos en lo general. Todo ello, con un triple objetivo:
Liberar a la Fenatraporchi para unirse o adoptar las orgánicas sindicales que aparezcan como necesarias, a fin de potenciar una determinada acción política.
Financiar el conjunto de actividades que la Fenatraporchi y los propios sindicatos base estimen necesarias para lograr los objetivos políticos del período.
Estar preparados para tomar acciones patrimoniales más radicales, si es que el próximo Gobierno no imprime un cambio a la actividad estatal en los puertos.